TRÁFICO DE ARMAS, LA ATF Y EL TRÁFICO DE DROGAS
La semana pasada el presidente Barack Obama comentó la poca posibilidad que existe para detener el tráfico de armas de los EU a nuestro País, Esta declaración debe alarmarnos y tomarla muy en serio para replantear la estrategia contra el tráfico de drogas que está librando calderón, que no la sociedad en su conjunto. Para nadie es desconocido o no lo quieren ver así los medios, la guerra, lucha o como la quiera llamar el presidente, se lleva a cabo con una gran descoordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad de todos los niveles y las fuerzas armadas. Llama la atención que dependiendo del ataque a determinados grupos delicuenciales (cárteles), lo realizan indistintamente la PFP, PGR, Ejército o Marina, muchos de estos de manera individual, sin la ayuda o coordinación de las otras entidades mencionadas. La desconfianza entre las corporaciones es patente; no comparten investigaciones e información, y no hay un líder que las coordine y les exija que trabajen en conjunto, porque el jefe supremo es un jefe formal, mas no un líder. Entendámoslo: Al líder se le sigue y se le imita, al jefe que no alcanza a transmitir los objetivos, estrategia, metodología y órdenes, ni siquiera se le obedece, porque no ha logrado lo principal; convencer a sus huestes y a todos los actores de la vida nacional de que el camino que solo él ha escogido es el correcto, cuando los resultados en todos los aspectos son negativos.
Aunado a lo anterior, las noticias que nos llegan de los propios departamentos y agencias de los EU relacionados con el tema, reconocen que en mas de 200 ciudades norteamericanas, entre ellas las mas importantes, el tráfico de drogas se ha venido incrementando, dada la penetración de los cárteles mexicanos en asociación con los existentes en esa nación, como la mafia rusa, las triadas chinas y la yakuza japonesa entre otras. Ex directores y administradores, entre ellos de la DEA, han dado cuenta de ello. De acuerdo a sus propias declaraciones, el principal proveedor de cocaína sigue siendo Colombia con un 90 a 95%, seguido de cerca por Afganistán, recién “liberado” por los norteamericanos cuando antes no se producía el alcaloide en ese país. Colombia es la nación que recibe la mayor ayuda norteamericana en efectivo y en especie en la lucha contra el narcotráfico, además de que cuenta con cinco bases en su territorio, y no ha logrado detener los envíos hacia los EU, sino que los ha incrementado. La Jefa del Departamento de Estado reconoce que el nivel de adicción entre su gente ha alcanzado niveles sin precedente. ¿Fracaso de planes o complacencia?
Por otra parte, aunque estrechamente relacionado con el tema, la ATF (Alcohol, Tobacco, Firearms And Explosives), que significa Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, dependiente del Departamento de Justicia de los EU, y que tiene como misión principal la de proteger a sus comunidades de la violencia criminal, de organizaciones criminales, del uso ilegal y tráfico de armas de fuego y del uso y almacenamiento de explosivos, desplegó en Agosto de 2008 el “Proyecto Gunrunner”, para evitar el flujo de armas hacia México y privar a los cárteles del narcotráfico de armamento, a fin de detener la violencia en ambos lados de la frontera. Sin embargo, en su página “Fact Sheet” emitida por su Public Affairs Division (División de Asuntos Públicos), reconoce que las DTO´s, drug-trafficking organizations, (organizaciones de traficantes de drogas), han llegado a liderar a las GTO´s, gun-trafficking organizations, (organizaciones de traficantes de armas), que operan en el suroeste de los EU, utilizando los distintos corredores que se han abierto a lo largo de la frontera, en estados como Nuevo México y el visto por los mexicanos como conflictivo desde varios ángulos, Arizona. Esto debido al gran poder de compra y corruptor que representan las ganancias por la venta de drogas en la nación más poderosa del mundo, militarmente hablando.
En resumen:
- A toda demanda corresponde una oferta, y mientras la primera no se detenga, atenúe o elimine, habrá una oferta que la satisfaga.
- Mientras se ataquen los efectos (oferta) y no las causas (demanda), los problemas asociados (adicciones, violencia, muertes, efectos negativos en las inversiones, turismo, empleos, disfunción familiar y social, temor, terrorismo, entre otros), seguirán creciendo. Ya han declarado hasta la saciedad ambos mandatarios que va para largo, a ver cuanto aguantamos.
- Ellos no hacen su tarea, pero nos obligan a hacerla y trasladan y contribuyen al problema en nuestro territorio. Por algo sus guerras siempre son en territorio ajeno, nunca en el suyo.
- Mientras nuestras corporaciones no jalen parejo y para el mismo lado, y en especial no se minimice a la que por mandato federal tiene a su cargo la lucha contra las drogas, no se alcanzará el objetivo.
- ¿Qué espera el presidente para cambiar de estrategia? ¿Qué hace el poder legislativo para presionar al cambio así como los partidos políticos que mantenemos con nuestro dinero? ¿Qué hacen los líderes empresariales y cupulares respecto al tema? ¿Y la sociedad en su conjunto? Yo ya estoy haciendo mi tarea.
- Para que algo sea negocio hay que prohibirlo. De ello hablaré en la próxima ocasión.
Hasta Luego.
