domingo, 5 de junio de 2011

Tláhuac: No aprenden

RECETARIO 8

Carlos Ruiz Venegas

No aprenden



Desde hace algunos años, una de las demandas mas sentidas de la ciudadanía a quienes aspiran a gobernarla, es la de contar con seguridad pública pronta, eficiente y expedita. Los aspirantes siempre manifiestan, con seguridad y certeza, que los problemas de inseguridad se resolverán de llegar al poder, mas no dicen como lo van a lograr. El resultado ha sido que la inseguridad, en lugar de disminuir o atenuarse, se incrementa a pasos agigantados, y la consecuencia es que el pueblo no cree en ninguna de las distintas y variadas corporaciones encargadas de combatirla, tanto municipales, como estatales y federales, ya que se entera o comprueba que las mismas, en varios casos, son causa del quebrantamiento del orden.

Lo anterior lo traigo a colación por los sucesos en Tláhuac, donde circular por esa demarcación, así como por Iztapalapa, causa pánico y terror, ya que son lugares que cuentan con altos índices criminógenos y es asiento de los más deleznables acuerdos entre el hampa y las corporaciones policiacas, las cuales se pelean entre sí por el control de la zona. En el DF se vive en completa anarquía y la convivencia ciudadana es nula; delincuencia, tráfico e impunidad son algunos de los factores que el Gobierno de la ciudad no ha podido erradicar ni erradicará, y se encuentra en la misma ruta de aquellos gobiernos que defendieron a capa y espada a los responsables de combatir al hampa: fracaso en las tareas encomendadas y prometidas, cuestionamiento ciudadano y caída del gobierno en cuestión. Ejemplos hay varios y Morelos es prueba fehaciente de ello, así como la aplicación de la justicia por propia mano en varios poblados debido a la incapacidad o complicidad de las autoridades correspondientes.

El día de la transmisión de los hechos referidos, comenté a un amigo que era muy raro, por la declaración de uno de los malogrados agentes de la PFP, su presencia en el lugar y el tipo de delitos que investigaban, ninguno de los cuales era de su competencia y jurisdicción. Nadie se percató de ello en el momento, sino días después, y viene asomando la cloaca lamentablemente gracias a este crimen cometido, y empezamos a ver otro frente abierto de confrontación entre el Gobierno Federal y el del DF, echándose la culpa mutuamente y tratando de jalar agua para su molino con una guerra de declaraciones por demás estúpidas. Si no fueron capaces de rescatar a sus compañeros en desgracia, ¿qué esperanza tenemos los ciudadanos?

Surgen varias preguntas y no es que sea uno suspicaz: si no eran sus tareas, ¿trataban de encontrar evidencia que delatara la complicidad de la policía capitalina con el hampa y descalificar con ello al Peje? O bien, si son funciones de la PGR, ¿la investigación era con dedicatoria  a ésta? Si estaban en comisión de trabajo, ¿por qué no acudió la misma PFP a rescatarlos de inmediato? ¿Por qué tenía que pedir auxilio a la policía capitalina el Comisionado de la PFP para que los rescatara? ¿Había oficio pidiendo a las autoridades capitalinas colaboración en la tareas de investigación de los agentes de la PFP? El Secretario de Seguridad Pública del DF ¿tuvo temor de ordenar a tiempo el rescate de los agentes por las implicaciones que tendría la acción que podría terminar con muertos y heridos de parte de los linchadores  y como consecuencia afectar su imagen con miras al 2006? ¿Creyó Marcelo Ebrard que se podría tratar de una trampa de parte del Gobierno Federal para afectar a su jefe con la misma intención de cara al 2006? El no actuar de la PFP, ¿fue con la intención de evidenciar la incapacidad del Gobierno del DF en la materia? Sería muy macabro de ser cierta esta última pregunta, pero no descartable ninguna de las interrogantes planteadas, por lo que es urgente que se aclaren los hechos en lugar de propalar mas mentiras y engaños de ambas partes derivado del accionar de los agentes caídos en desgracia. Que se hable con la verdad.

El Presidente habla de la posibilidad de remover a Ebrard y el Peje mete las manos al fuego por él  ¿Dónde he oído eso en Morelos? Que me disculpe Marcelo pero no trato de comparar a las personas sino el hecho, pero aquí tuvimos los casos de Armando Martínez y de Agustín Montiel, y ya vimos lo que pasó después de que los gobernadores respectivos metieron las manos al fuego por ellos. Seguimos sin aprender. Siguiendo el mismo criterio foxiano, el presidente también debe pedir la renuncia de Martín Huerta al frente de la Secretaria de Seguridad Pública Federal, ya que independientemente de las respuestas se visualiza una clara omisión en su función. Si mandé a mi gente a investigar, debo responder por ellos.

En esta guerra de declaraciones se gasta tinta en los medios respecto a si Fox puede o no remover a Ebrard, cuando por ley el Presidente ratifica el nombramiento, es decir, es su facultad. Luego entonces, ¿por que la verborrea al respecto? Lo que deben tener claro los gobernantes cuando tienen estas facultades por ley, es que la autoridad se puede delegar, pero la responsabilidad, ¡NUNCA! Si Fox va a imponer su facultad tiene que ser parejo, ya que de lo contrario su decisión estaría politizada. Si no lo hace así le da armas al Peje, como lo ha venido haciendo en la lucha estéril entre ambos. Mientras el pueblo, muy bien gracias, en el país donde no pasa nada y son hechos aislados.

@DONVITO11

doncarlosruiz@hotmail.com


1a. Versión: 29 de Noviembre de 2004.