sábado, 6 de agosto de 2011

UN PASEO POR LAS LAGUNAS DE ZEMPOALA



No pude resistir la tentación de platicarles mi experiencia del día de hoy Sábado 6 de Agosto del 2011, con motivo de una invitación de mi hijo para visitar tan legendario lugar. A pesar de estar a solo 30 minutos de Cuernavaca, mis recuerdos me llevan 15 años atrás, cuando mis hijos eran pequeños e íbamos varias familias en caravana a pasear por las lagunas, para practicar deportes al aire libre y aprovechar para sacar a las mascotas y darle la vuelta al circuito de la laguna, para nosotros, principal. por estar a la entrada de las mismas, ya que son siete las lagunas y no bastaría un día para conocerlas. Ahora, los jóvenes, reunidos en torno a un club del automóvil, provenientes de diferentes partes del país (en este caso zona centro), acordaron reunirse allí para comentar las novedades relacionadas con la industria automotriz así como otros temas de interés general, tomar cerveza y comer carne asada, algunos en compañía de sus parejas.

Yo llegué iniciada la reunión y me dispuse a dar un paseo por los alrededores aprovechando que saqué del clóset mis botas para cacería a prueba de agua, lodo y nieve, necesarias en estos tiempos por la humedad del lugar, y así caminar con confianza. Lo que observé es lo que me llevó a escribir estas líneas, y de paso hacer unas cuantas reflexiones.

Al llegar no puedes evitar que tus ojos admiren el paisaje que rodea al lugar, así vayas manejando. La temporada de lluvias mantiene en buen nivel el agua de las lagunas y el verde intenso de las montañas y la vegetación, compuesta de robles, encinos, pinos y oyameles. En los años 40´s el lugar fue declarado Parque Nacional, y es ideal para pasear en compañía de la familia y la mascota, que necesita también salir al campo para liberar el estrés de estar encerrada.

Pequeños y adultos pueden convivir montando a caballo (la mayoría son mansos y tienen ponys) y pueden ser llevados de la rienda por los lugareños, para evitar cualquier imprevisto o reparo. El precio es bastante accesible, $50 por media hora. También, pude observar unos cuantos ejemplares bien dotados para correr el cuarto de milla, para los jinetes más audaces y calificados. Así también hay lanchas con pedales en binomio por la misma cantidad y tiempo, para adentrarte en la laguna. Debido a las corrientes de aire, es sensacional para que los niños, en compañia de sus padres, practiquen el vuelo de papalote, para lo que era muy bueno en mi niñez y hasta los fabricaba en la Huasteca Potosina. 

Familias o grupos de jóvenes juegan volibol o fútbol, practican el senderismo y los más preparados escalan la montaña o excursión extrema. Pescar está prohibido. Los adultos de la tercera edad, además de caminar por las planicies, pueden sentarse a observar a los demás como se divierten y escuchar el ruido del agua cristalina que baja de las montañas en riachuelos, reunidos en grupos rememorando anécdotas.

Existen varios puestos de comida que ofrecen una gran variedad de  platillos: Barbacoa, consomé, longaniza, chorizo rojo y verde, trucha en diferentes estilos, elotes, quesadillas, cecina, todo con tortillas de maíz blanco o azul recién hechas y a precios muy accesibles, más barato que en la capital Cuernavaca. También existen asadores para los que desean cocinar. Si se te olvidó algo, hay puestos de artesanías que ofrecen una gran variedad de ollas de barro, comales y hasta papalotes para los peques de diferentes estilos y tamaños.

Dado que en el lugar convergen dos municipios (Ocuilan Edomex y Huitzilac, Mor.) el lugar es patrullado por ambas policías municipales, me cuentan los del Edomex, ya que la de Huitzilac brilló por su ausencia. Platiqué con los 4 elementos de Ocuilan, que patrullaron el lugar y se estacionaron cerca de nosotros. Ya tenían ubicados los autos por las placas (DF, Edomex, Mor.) y porque el grupo desentonaba con el resto de los demás visitantes, dado que solo una pareja llevaba un niño. Eso me dió confianza de que no andan en la pendeja, o bien, podían pasar info a los malos, ahora no se sabe, así que mejor identificarse. Les dije quienes eran (los muchachos, de 28 hasta 40 años, eh) y que hacían en el lugar y que pitos y flautas tocaba yo. Les hice preguntas sobre su área de influencia,   si estaban coordinados con una partida militar que está del otro lado de la laguna, a la que entré por accidente antes de llegar, saludé y las preguntas de rigor. Así también, que en el cruce de Tres Marías y la carretera a Huitzilac - Zempoala, había dos patrullas de la PFP que saludé y les pregunté si iba bien a mi destino, contestándome con cortesía; en pocas palabras, que ya había checado base con dos instancias federales, para que nadie se pase de listo. Bien armados, dos con fusiles de asalto y dos con subametralladoras y camioneta Dodge Ram en regular estado con la placa 0001, que pertenecía al Jefe que ya estrena una Durango.

Les comenté que el lugar sería mas visitado, con el consecuente beneficio para los lugareños, si los rumores sobre la inseguridad, tanto en el lugar como en los hermosos caminos para llegar, se erradicara. Los insté a realizar su trabajo con pleno apoyo a los visitantes (no se si me harán caso o me batearán), pero no hay peor lucha que la que no se hace. Les deseé suerte con su nuevo gobernador y me llamó la atención que todos me secundaron y lanzaron expresiones llenas de esperanza, como lo hacemos también nosotros. Estamos en cierto modo en el mismo barco que se llama Ilusión y Esperanza, y que todo lo malo cambie por bueno.

Cuando en un lugar turístico y natural como éste convergen dos municipios y además pertenecen a diferentes estados, es difícil, si no imposible, dada nuestra idiosincrasia y ausencia de trabajo en equipo, la coordinación en áreas como la seguridad, conservación del medio ambiente y equipamiento para su promoción. Da enorme tristeza ver que lugares que deberían ser un vergel, y que podrían atenuar en mucho la ansiedad que enfrentan las familias mexicanas y servir para su sana recreación y esparcimiento, se encuentren olvidados. Es una muestra de como está el País, con grandes recursos y gente que se la parte a diario, pero mal gobernado y peor administrado. Muchos integrantes del club no vinieron por los rumores que las noticias confirman. Aún así, me permito recomendar su visita, por los beneficios que recibirán, y contribuir a mejorar el ingreso de las familias que prestan sus servicios y venden alimentos y artesanía. La segunda parte, que debemos hacer por este lugar, en especial los que aspiran a gobernar Morelos. El Edomex ya tiene al suyo.









    
CARLOS RUIZ VENEGAS
doncarlosruiz@hotmail.com      @DONVITO11